La cultura de la libertad
El valor de la libertad
Cuando se analizan las ideas de la libertad hay que reparar que ellas son mucho más que un programa político social o económico. En realidad, en su conjunto, forman una cultura, una aproximación de la experiencia humana para organizar la convivencia en la
creatividad.
El valor de la tolerancia
No hay nada más insito en un pensamiento de libertad que la tolerancia hacia otras decisiones, cualesquiera ellas fueren en tanto no afectan lo derechos de los demás.
La tolerancia implica una lucha positiva contra la discriminación cualquiera fuera la base de ella, sea la raza, religión, ideas, status económico, preferencias afectivas.
Tolerancia no es entonces entender y comprender la diversidad, sino luchar para que eviten ocultarla.
El gobierno de la ley
En esta visión cultural está impuesta la noción de previsibilidad de un gobierno que actúa sometido a la morosidad de los pasos y controles formales y sustanciales del
Estado de derecho.
Gobierno limitado
La clave de una gestión consistente con la libertad es una actitud no intrusiva
permanentemente focalizada en el caso general y no en la solución anecdótica o
minorista que generan las oportunidades para usar el poder correctivo del Estado a favor de una parcialidad, sector o interés privado. Esto requiere una actitud general antes que simplemente abstenerse de una medida correcta.
El oportunismo visceral
No es posible dejar de reconocer en todas las expresiones que han constituido la visión de la libertad un marcado oportunismo sobre la aptitud del hombre, de su talento y creatividad para modificar y forjar su futuro y moldear el contexto de la naturaleza. Más aún, el riesgo a veces es no tener presente los límites que otros valores imponen a la creatividad humana.
La importancia de los incentivos
En la naturaleza de una sociedad libre, sin comando y control central, los incentivos son vitales para su éxito.
«Las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza»
Juan Bautista Alberdi